6. LA ORATORIA Y LA RETÓRICA: CICERÓN Y QUINTILIANO
Se
definía la oratoria como el arte de la persuasión por medio de la palabra y la
retórica es la enseñanza de la oratoria. En el sistema político republicano,
donde había libertad suficiente de palabra y el sistema judicial tenía cierta
dependencia, este género literario constituyó una de las manifestaciones más
originales y fecundas del genio romano. Tenía una doble aplicación:
-
El
dominio de los resortes de la oratoria era el medio más eficaz para imponer la
propia voluntad sobre la masa que no sabía leer ni escribir. El buen orador
tenía una poderosa arma política, que a través de ella podía obtener votos e
inclinar a su favor la voluntad del Senado.
-
La
oratoria era imprescindible en las causas judiciales.
Cuando en la época
imperial dejó de existir la libertad política y la independencia judicial, la
oratoria se convirtió en una actividad
que sólo se ejercitaba en las escuelas.
La
oratoria llegó a ser uno de los géneros más evolucionados sobre todo a partir
del influjo de Grecia (s.II a. C.). Las
técnicas de la oratoria se enseñaban en las escuelas por los rétores. Las
principales escuelas estaban en Grecia (Atenas y Rodas) a donde acudían los
jóvenes adinerados de la sociedad romana. Desde el punto de vista literario
existían tres escuelas o tendencias:
-Escuela aticista: defendía la sobriedad y
concisión en el discurso a la manera de Lisias. La lengua la consideraban como
un sistema acabado e inmutable.
-Escuela asianista: era partidaria de la
abundancia, amplitud, fogosidad y estilo florido. Hortensio era el principal
representante en Roma. Para ellos la lengua es un sistema abierto, vivo, que
inorpora nuevos elementos.
-Escuela rodia: manteniendo la amplitud,
abundancia y brillantez de discurso, esta escuela busca el equilibrio y el
gusto. El principal representante en Grecia es Molón de Rodas y en Roma, su
discípulo Cicerón.
Marco Tulio Cicerón
Nació en Arpino (Lacio) en el 106 a.C., de
una familia de caballeros. Recibió la educación más completa en Roma y Grecia.
Como todo homo novas pronunció sus primeros discursos judiciales después de la
triunfo de político de Sila, en el año 80, defendiendo a Roscio Amerino,
víctima de una maquinación, consiguendo su sentencia absolutoria.
Tras
la muerte de Sila, regresa a Roma y comienza su cursus honorum (carrera
política): cuestor en Sicilia en el 76, edil en el 69, pretor en el 67 y cónsul
en el 63. Durante su consulado tuvo que reprimir la conjuración de Catalina que
amenazó la seguridad del Estado. Pronuncia cuatro discursos en el senado que
desenmascaran la trama y aislan a Catalina. Sin embargo el cónsul Cicerón,
defensor de legalidad, manda ejecutar a unos condenados de foma ileal, no
concediéndoles el derecho de apelación contra la sentencia. En el año 58 su
enemigo político Clodio, tribuno de la plebe, hace aprobar una ley por la que
se condena al destierro a aquel que haya ajusticiado a un ciudadano sin un
juicio popular. La ley va directamente a Cicerón que se exilia y sus bienes son
confiscados. En el año 52 vuelve a Roma
ayudado por Milón, al que defiende por la muerte de Clodio. En el 51 fue
nombrado procónsul en Cilicia. Se agudiza la rivalidad entre César y Pompeyo. Cicerón
toma parte de Pompeyo que representa la aristocracia y el Senado. Derrotado
Pompeyo, Cicerón se retira de la vida política, después de haber sido perdonado
por César. En su retiro se dedica a las letras y a la filosofía. Después del
asesinato de César en el 44, vuelve a la política y toma partido por Octavio,
pronunciando contra Marco Antonio 14 discursos, la Filípicas. Con ello Cicerón
firmó su sentencia de muerte, pues fue asesinado por los sicarios de marco
Antonio en el 43.
Cicerón
es la personificación viva de la República romana en su última andadura
histórica; como la República, sufrió los avatares de este agitado período; como
la República, murió eliminado por un general. A la muerte de este orador murió
la oratoria.
Discursos:
Cicerón
es el principal representante de la Oratoria en Roma. Lleva la prosa clásica
latina a la máxima perfección. Por encima de su vocación política y profesional
y de su apasionamiento por la filosofía, hay en su extensa obra una total
entrega al arte del bien hablar.
Resulta difícil diferenciar entre discursos
políticos y forenses en la oratoria ciceroniana ya que en Roma quien quería
seguir la carrera política debía primero ganarse un renombre en el foro y, por
otra parte, muchas causas civiles tenían un trasfondo político.
Cicerón
trata de codificar las partes de un discurso de la manera siguiente:
-exordium
: entrada en el discurso en la que se trata de captar la atención del auditorio
con la exposición de motivos.
-narratio:
exposición clara y breve de los hechos.
-confirmatio:
argumentación
-refutatio:
en la que se rechazan os argumentos del adversario
-peroratio:
parte final del discurso de tono emotivo donde el orador trata de inclinar a su
favor la voluntad del auditorio y de los jueces.
Para
Cicerón el orador debe poseer conocimientos y recursos técnicos. Describe las
fases de elaboración de un discurso:
-inventio:
recogida de materiales, hechos a favor o en contra.
-dispositio:
estructura del discurso de acuerdo don un plan.
-memoria:
recuerdo de los elementos en el momento preciso.
-elocutio:
exposición del argumento.
-actio:
forma extensa, acción, entonación, gesticulación, etc.
La
actividad de Cicerón como orador político y jurídico se desarrolla a lo largo
de su vida política, es decir, en unagitado y convulsivo periodo de la historia
romana.
Como abogado defensor destacan discursos como
el Pro Quinctio, Pro Roscio Amerino, Pro
Archia poeta, Pro Silla, Pro Murena, Pro Milone, como acusador destacan los
discursos contra Verres. Como político sus arengas contra Catalina, las Catilinarias, contra Marco Antonio
las Filípicas y el Pro imperio Cneo Pompei.
Tratados de retórica
Cicerón representa la culminación de la
oratoria romana. También compuso diversos tratados de retórica en los que
expone sus ideas sobre la formación del orador y el desarrollo del discurso.
Los más importantes, compuestos en la última etapa de su vida son los
siguientes:
De oratore: escrito en el año 55 a. C.,
en forma de diálogo, la acción se sitúa en el año 91 a. C., siendo los
principales interlocutores Antonio y Craso, maestros de Cicerón. En él se
exponen las cualidades fundamentales del orador.
Brutus: es intratado escrito con motivo
de la muerte de Hortensio (50 a. C.) en forma de diálogo entre M. Junio Bruto,
Hortensio y Cicerón. En él traza la historia de la oratoria romana hasta él
mismo. Es importante la polémica mantenida por Cicerón contra los aticistas,
que propugnan un estilo sobrio, y se oponían a los asianistas, que buscaban la
exuberancia del lenguaje. Cicerón en su juventud había sido partidario de la
corriente de Hortensio, pero, con el correr de los años, había propugnado un
ideal de estilo más sobrio sin excluir los adornos y cierta exuberancia del
lenguaje.
Orator: fue escrita a petición de
Brutus, a quien estaba dedicada. Ataca el aticismo de Bruto propugnando un
equilibrio entre los distintos estilos oratorios. Describe al perfecto orador y
estudia las figuras de dicción y de pensamiento, la armonía de la frase y el
ritmo.
Escritos privados
Las Cartas (Epistulae) son otros escritos de Cicerón que aportan detalles de su
entorno familiar, de sus amistades y de sus preocupaciones. Sus casi mil cartas
muestran su lado humano con los defectos y debilidades que se escondían tras el
hombre de Estado y filósofo. La espontaneidad y franqueza son sus
características más destacadas. Se dividen en cuatro grupos: Cartas Familiares,
Cartas a su amigo Ático, Cartas a Bruto y Cartas a su hermano Quinto.
Valoración
Durante
la Edad Media y el Renacimiento Cicerón fue considerado sin discusión el mejor
de los escritores latinos. Posteriormente su figura fue discutida sobre todo
por motivos extraliterarios de tipo poítico.
Como
orador aprovecha todos los recursos para conseguir sus propósitos: agradar,
conmover y convencer. Sabe ser patético, irónico rayando en el sarcasmo e
ingenioso.
Como
político es muy difícil juzgar la actuación de Cicerón en lo político.
Perteneció al partido demócrata republicano en un momento histórico y político
muy difícil para Roma.
Marco Fabio Quintiliano
Ante a situación a que había llegado la oratoria bajo la dinastía
Claudia, alza la figura de orador y retórico M. Fabio Quintiliano, natural de
Calagurris. En una obra perdida achacaba la degeneración del género oratorio no
a la nueva situación política (con el recorte de la libertades) sino al olvido
de los clásicos, especialmente de Cicerón. Se educó en Roma y volvió e Hispania
donde permaneció hasta que el emperador Galba lo llamó a la capital. Ejerció la
enseñanza y la abogacía, contándose entre sus alumnos Plinio el Joven y el
futuro emperador Trajano. Fue protegido de los emperadores Flavios: Vespasiano,
al crear la escuela pública de Retórica, lo puso al frente de la cátedra de
oratoria latina. Domiciano lo elevó a la dignidad consular y le encargó la educación
de sus herederos.
En
los últimos años de su vida recogió sus experiencias de cátedra y de ejercicio
de la profesión en los 12 libros De
Institutione Oratoria en los que se aborda el problema de la formación del
orador. La figura y la obra de Quintiliano deben de contemplarse dentro del
marco del renacimiento Flavio. De
Institutione Oratoria es una obra importante, no sólo para la retórica,
sino para la educación en general. Quintiliano con sus doce libros de su Institutio Oratoria nos ha dejado el tratado de retórica más
completo de la Antigüedad. No sólo se preocupa de la técnica oratoria, sino de
la formación del orador, proponiendo todo un programa completo de formación.
Como Catón, no separa la elocuencia de la moral. Un buen orador tiene que ser un
hombre honesto. La corrupción de las costumbres es una de las causas de la
decadencia de la oratoria. Su teoría y sus métodos tienen como modelo supremo a
Cicerón. Insiste en la idea de la “graduación” de los ejercicios escolares y
exige que los temas propuestos estén inspirados en la “realidad”, frente a la
común tendencia a debatir temas extraños, mitológicos y absolutamente irreales.
Quintilano es el
precursor de las más modernas teorías pedagógicas:
-Abolición de los
castigos corporales (tan en boga en las escuelas romanas).
-Cooperación de
padres y maestros en la educación del niño.
-Grupos reducidos de
alumnos para que el profesor pueda atenderlo indidualmente.
-La educación del
niño debe empezar antes de los 7 años.
La oratoria después del advenimiento de los Antoninos
A
partir de los Antoninos (96) la oratoria queda prácticamente reducida al
tribunal de los centunviros en lo forense y a los panegíricos imperiales e lo
político.
Los
tribunales de los centunviros estaban constituidos por 180 jueces. Entendían en
causas sobre propiedad, herencia, parentesco y tutela.
Los
panegíricos son discursos encomiando al emperador. Entre ellos destaca el más
antiguo, el Panegírico a Trajano, que pronunció Plinio el Joven ante el Senado
el año 100 d. C. en agradecimiento por
haberle concedido la dignidad consular.
Pervivencia
Oratoria y Retórica influyeron sobre la
teoría pedagógica que sustenta el humanismo y el Renacimiento sobre todo cuando
Tetrarca descubrió La obra de Quintiliano ya que su ideología también era
convertir al hombre en un ser cultivado.
El dramaturgo ingles Shakespeare tuvo ante él todas las
obras latinas y su composición es en gran medida heredera de la oratoria
ciceroniana con largos parlamentos, monólogos y con un estilo retórico muy
marcado y cuidado
En cierta forma la esencia didáctica de la oratoria y la
retórica se observa también el siglo XVII en la ilustración y en ese afán por
convertir al hombre en un ser con seguridad y autonomía que a través de la
elocuencia proporcionada por la razón haría al hombre el dueño del universo.
En la actualidad podemos observar la gran importancia de los
discursos en el campo político, las campañas electorales en gran medida se
basan en persuasiones por parte de los candidatos a sus simpatizantes.
También en los juicios la culpabilidad o inocencia de una
persona puede venir determinada por el discurso que haga el abogado defensor y
como este con su demagogia capte la atención del jurado.